Los que me conocen saben que, si vienen a mi casa siempre habrá una taza de té para compartir. Como apasionada de degustar una buena taza de té, hoy les quiero compartir un concepto que viene acompañandome hace varios años del maestro zen Thich Nhat Hanh. Cuando me siento que voy muy rápido o simplemente fuera de mi centro, lo vuelvo a releer, me conecto con esa taza de té y me recuerda en volver al momento presente.
Debemos estar completamente atentos al presente para disfrutar de una taza de té. Solo en el presente sentiremos el aroma al té, su dulzura, y llegaremos apreciar su exquisitez.
Si estamos obsesionados por el pasado o preocupados por el futuro, dejaremos escapar la oportunidad de disfrutar de una buena taza de té. Cuando miremos el interior de la taza, su contenido ya habrá desaparecido.
Thich Nhat Hanh.
Con la vida pasa lo mismo. Si no vivimos plenamente el presente, en un abrir y cerrar de ojos la vida se nos habrá escapado. Habremos perdido sus sensaciones, su aroma, su exquisitez y su belleza, y sentiremos que ha transcurrido a toda velocidad. El pasado ya a pasado, aprendamos de el y dejémoslo atrás. El futuro ni tan si quiera ha llegado. Hagamos planes para el futuro, pero no perdamos el tiempo preocupándonos por el. Preocuparse no sirve de nada. Cuando dejemos de pensar en lo que ya ha ocurrido, cuando dejemos de preocuparnos por lo que todavía no ha pasado, estaremos en el presente. Solo entonces empezaremos a experimentar la alegría de vivir. Hace varios años se hizo un estudio entre miles de personas. Aproximadamente al 40% de ellas uno de sus mayores preocupaciones eran cosas que nunca habían sucedido. Por ejemplo perder una relación, el trabajo, perder el autobús, llegar tarde a una cita importante, etc. El 30% estaba preocupado por cosas del pasado, que ya no se pueden cambiar. El 12% sus preocupaciones eran sobre la salud que en la mayoría de los casos eran innecesarios, creían que tenían una enfermedad o un trastorno que en realidad no existía. El 10% sus preocupaciones eran sin importancia. Que alguien no les llamara, no encontrar estacionamiento, que el supermercado este lleno, etc. Solo el 8% de ellos tenían fundamento para sus precupaciones y la mitad de ese 8% las preocupaciones estaban fuera de su control. Por ejemplo que durante el fin de semana lloviera y le arrunaria sus planes, entre otras cosas que están fuera de nuestro control. El estudio muestra que el 96% o mas de todo lo que nos preocupa no tiene importancia, nunca sucedió o no sucederá y no merece la pena preocuparnos. Si crees que esa preocupación es importante, es necesario averiguar los hechos, busca la fuente adecuada, investiga, lee para eliminar la preocupación. No perdamos tiempo, preocupémonos de vivir y disfrutar el día y el ahora. Te recomiendo hacer este ejercicio, escribe las preocupaciones que tienes en un papel. Haz y escribe esta pregunta: que seria lo peor que podría suceder como resultado de esta situación? Escribe la respuesta, el peor resultado posible que crees que pueda suceder.
Lo mas probable que la preocupación ya no sea tan importante.
Es importante aceptar lo peor si llegara a suceder. Si no se puede hacer nada y sucede tal cosa que no queriamos hay que aprender a aceptarlo, a veces las cosas no se dan como queremos y hay que aceptarlas, no tortúranos. Haz todo lo posible que este a tu alcance para tomar una acción constructiva positiva que te ayude a vencer la situación preocupante y eliminarla.
El momento presente esta lleno de alegría y felicidad. Si estas atento, lo verás
Antonella Reiki Master - Satori Shihan - Coach Angelical
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